Que cara más dura!

Es inconcebible. Si el globo sonda de los abonos a 10 años ya era bastante discutible, y solo posible en determinadas circunstancias y condiciones, lo de que los aficionados avalen al Valencia S.A.D. para pedir un préstamo raya lo delirante.

Hay que tener la cara muy, pero que muy dura, para pedir al sufrido aficionado que viene padeciendo a estos bucaneros que se han hecho con el club que avale con su propio patrimonio a una sociedad anónima con dueños absolutos, unos dueños que han dejado al club que antes fue de sus abonados en unas condiciones lamentables, al borde mismo de la quiebra y de ridículo en ridículo.

Que Juan Soler y Vicente Soriano, por intermediación de Javier Gómez, pretendan ahora que la afición, que está hasta las narices de ambos y les hace culpables de la situación de agonía en que está el Valencia CF, les salve el culo y el valor de su inversión es de tener el rostro de cemento armado. Si, el mismo Juan Soler de "no se ha ido, lo he tirado yo", o "el día 30 lo entenderéis", o Vicente Soriano,el de "está tot embastat", o " la semana que viene tendré vendidas las parcelas..." Por Dios,es descabellado, es tomar a la afición por imbécil.

En otras circunstancias, con dirigentes honestos y una situación distinta estoy seguro que el aficionado respondería con responsabilidad y verdaderas ganas de ayudar, pero después de que estos y otros piratas hayan usado al Valencia en su propio beneficio anteponiendo sus intereses accionariales, y ante la evidente deriva económica y la pérdida de valor de la sociedad que ellos mismos han causado, es mucho más que lógico que el aficionado se tire de los pelos ante la pretensión de que les salvemos el culo, a ellos, que no al Valencia.

Que empiecen por avalar ellos mismos y consigan un crédito para minimizar sus desmanes, y después hablaremos. Pero, la verdad, a veces dan ganas de que realmente el Valencia se arruine del todo y estos gualtrapas se hundan con él y desaparezcan definitivamente, y de ahí a una refundación del Valencia CF, que a lo mejor no es tan descabellado.

Bueno, si lo es, pero es que, de verdad, con esta gentola se nos ha metido en el club hasta lo más descabellado puede tener su parte beneficiosa.