Se acaba 2013, por fin.
Para mi ha sido un año malo. Lo peor es que ya llevo unos pocos así encadenados. No voy a pormenorizar, qué más da. No todo ha sido malo, claro, pero en el cómputo general, entre las cosas que han pasado y las que no han pasado, este 2013 será uno más de amargo recuerdo. Y podría decir eso de que es fácil que 2014 sea mucho mejor teniendo el listón tan bajo, pero no me atrevo y no lo diré, porque la ley de Murphy es implacable y ya me conozco la historia. Y estoy harto de años malos.
Tampoco soy tan estúpido como para no darme cuenta de que hay muchísima gente pasándolo verdaderamente mal, con problemas vitales y gravísimos, y que en realidad mis problemas y preocupaciones son triviales en comparación. Pero no es consuelo.
En fin, que hay años en que sería mejor no levantarse de la cama. Pero lo volveremos a hacer en 2014, me levantaré y espero que sea mucho mejor que los anteriores. Y espero sinceramente que también sea mucho mejor para todos los que tienen preocupaciones mucho más graves que las mías.
Así que, desde aquí un sentido recuerdo a los que no están, un sincero abrazo a los que están y mi bienvenida anticipada a los que estarán.
Feliz año nuevo a todos.