jueves, 20 de noviembre de 2014

Ciencia-ficción vintage, o algo así

Una sofisticada realidad virtual llamada Oasis, completamente inmersiva, es la única y obsesiva vía de escape de que disponen los habitantes del mundo real, deprimente y casi apocalíptico del año 2044. Este es el escenario de una historia que mezcla ciencia ficción, cultura popular de los 80, temática geek, chico encuentra chica, búsqueda del tesoro y mucha imaginación, con buenos bastante buenos y malos muy malos. Como una buena película de aventuras en el mejor estilo de Spielberg, como una aventura gráfica clásica point & click de Lucas Arts, una novela absorbente con solo algunas pequeñas lagunas que engancha desde la primera línea y ya no hay forma de dejar de leer. Todo eso y más es 'Ready player one', la novela de Ernest Cline que acabo de terminar. No pasará a la historia de la literatura, pero si a las de las novelas entretenidas, conseguidas y atractivas a más no poder.

Está muy bien escrita, en un lenguaje sencillo y nada sofisticado aun a pesar de su temática, tanto que casi parece una novela de esas llamadas juveniles, aunque no lo es. Fluye siempre con naturalidad a pesar de las mil referencias que cita como fetiches, y hasta diría que tiene banda sonora, desde Oingo Boingo hasta Rush, todo muy ochentero.

Y si la novela está muy bien, con esta historia los hermanos Wachowsky te hacen un peliculón tipo Matrix para caerse de culo. Por lo visto el autor tiene vendidos los derechos cinematográficos casi desde antes de publicarla, así que ojalá la hagan y la hagan bien, porque no me la pierdo.

No suelo divertirme tanto con historias tan aparentemente banales y presuntamente trilladas, pero esta me ha hecho disfrutar cono un crío, y por eso la recomiendo.

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