lunes, 26 de octubre de 2009

Renovaciones

A día de hoy Manuel Llorente tiene, que se sepa, 3 renovaciones de contrato que valorar y acometer llegado el caso, las de Mata, Marchena y Baraja. Y no es asunto fácil. Si fuera Juan Soler (sigo dando gracias a la provicencia por haberlo alejado definitivamente del Valencia) no tendría ningún problema, renovación al alza y ceremonia por todo lo alto en el Palco Vip, y el que venga atrás que arree. Pero de Manuel Llorente cabe esperar mayor responsabilidad.

De las 3 renovaciones hay una que para mi no admite discusión ni demora. Juan Mata es un crack, un lujo, un enorme jugador, pese a su corta talla en centímetros. Por lo que sabemos, Juan Mata tiene uno de los contratos más bajos de la plantilla, un contrato que a día de hoy no sólo no está acorde a su rendimiento real, sino, sobre todo, a las grandes espectativas de futuro. Decir que sería una pena perder a este jugador es obvio. Y hay que tener en cuenta que además de ser un pequeño genio en el cesped, es uno de los jugadores de fútbol con más inteligencia, sentido común y elegancia que he visto fuera de él, y ello a pesar de ser aún muy joven.

Tan coherente y honesta veo su forma de ser y proceder, que sinceramente veo a Juan Mata como futuro capitán del Valencia CF, cuando la edad y experiancia lo permitan. Un capitán con verdadera ascendencia e inteligencia emocional, algo alternativo y tan necesario como la mala leche o la pillería. Y no podemos ni debemos dejar correr semejante potencial. Juan Mata merece la renovación al alza y estar a la altura de compañeros mejor pagados, lo merece sin duda, y haríamos un mal negocio dejando que a la vuelta de un par de años se fuera gratis igual que llegó. Si hay que hacer economías no creo que deban ser a costa de él. Llorente cometería un error de bulto dejando perder a Juan Mata por no ofrecerle un contrato a la altura que merece.

Marchena es distinto. Es un jugador que ha dado un gran rendimiento al Valencia, capitán actual y un jugador muy válido que puede seguir siéndolo mucho tiempo. Pero la edad no perdona, y a sus 30 años ya no es una promesa. En mi opinión, no hay prisa con su renovación, ya que le quedan un par de años todavía de contrato, y en todo caso debería ser renovado a la baja, pero de ninguna forma al alza como pretende el ínclito Gª Kilón. Si no entiende las actuales estrecheces del club, y estando más que amortizado, no debe renovar, y sería labor de Fernando buscar otro central a buen precio, que los hay y sólo hay que encontrarlos, como se ha demostrado con Dealbert.

Y después tenemos a Baraja. "El Pipo" ha sido uno de los más grandes jugadores que ha tenido el Valencia en su historia, justo es reconocerlo. Su palmarés y partidos así lo dicen, y no es discutible. Pero su tiempo en la élite ya pasó, y hace tiempo. En mi opinión, Baraja no debe renovar ni siquiera a la baja, pero como compensación deberíamos ofrecerle algún puesto en el club si quiere quedarse. Su representante se ha echado un farol, pero hay que ser lógicos y no aceptar presiones. Si así y todo decide irse, merece sin duda el reconocimiento del valencianismo y un lugar en la historia.

Y dicho esto, y para no defraudar a mis fans, debo decir que me dolería mucho que tanto "el Pipo" como Marchena, que han sido de los más honrado para con el club y el valencianismo, salieran del Valencia antes que ese otro jugador que lo denunció y se alimenta de los parabienes incondicionales de una prensa sumamente gregaria que lo mantiene con la apariencia de estrella cuando no es más que una rémora dando los últimos coletazos cara a la galería. Si hay que ser justos, tanto Carlos Marchena como Rubén Baraja, merecen, al menos, un trato similar al que se le concede (caprichosa e injustamente) a Albelda, pero mucho me temo que no será así, y espero equivocarme. Y desde luego Albelda no merece de ninguna de las maneras la revisión de su contrato, lo digo por si acaso, porque la que está cayendo es tal que me estoy oliendo un globo sonda sobre su renovación a la vuelta de 4 partidos. Y al alza!

lunes, 19 de octubre de 2009

Todo es mentira

La verdad es que no sé de que me extraño. La que está cayendo con el "partidazo" de Albelda es de impresión, pero tampoco nada nuevo ni mucho menos inesperado. Y es que, como se suele decir, se veía venir.

Parece que la prensa prácticamente al completo, y buena parte de la afición, están deseando que Albelda haga algo medianamente bien, por poco y esporádico que sea, para restregárnoslo a la otra parte de afición que no lo puede ver ni en pintura y le juzga duramente por su mediocre desempeño deportivo de los últimos tiempos.

Y es que lo de la "ovación unánime de Mestalla" del sábado es una más de las mentiras alrededor del ex-capitán. Lo que no puede ser y además es indecente, es que cuando se le silba somos 4 gatos, una minoría minoritaria y casi marginal de aficionados con mucho resquemor y que no sabemos perdonar, y sin embargo, cuando se le aplaude, es todo Mestalla al unísono y sin fisuras, la escenificación del perdón a David Albelda, por fin, todo Mestalla a sus pies reconociendo sus grandes méritos deportivos y dándole implícitamente la razón en su proceder.

Pues no, ni mucho menos es así por mucho que se empeñen en manipular la realidad para acomodarla a intereses personales. Yo estaba allí, así que puedo hablar con propiedad, desde mi postura crítica con el personaje, no lo voy a negar, pero con el mismo derecho a hacerlo. Y si bien es cierto que una parte importante de Mestalla aplaudió a Albelda, otra, tambien importante y representativa, calló o incluso silbó. Y pasa justamente lo mismo cuando se le pita, ni la protesta es unánime ni somos 4 gatos. Pero esto es como en las manifestaciones, el organizador cuenta 2 millones de manifestantes, mientras el gobierno cuenta apenas 100.000.

Lo que pasa es que es fácil manipular, muy fácil, generalizar es muy tentador y muy conveniente cuando interesa, y al final una mentira repetida muchas veces y por mucha gente, acaba siendo verdad, y queda lo que se pretende, no la realidad.

Tema aparte es la, en este caso sí, escandalosamente escandalosa unanimidad de la prensa deportiva valenciana alrededor de Albelda. Es muy, muy sorprendente que prácticamente todo el periodismo deportivo de esta ciudad respalde sin fisuras a Albelda y sostenga la paraeta de mentiras que le sustentan, como esa de que no denunció al Valencia si no a Soler, o que ya pidió disculpas por la denuncia, o que Koeman era el mismísimo demonio y él un valencianista honesto, incondicional y desinteresado, o, vaya, que Mestalla en pleno le ovacionó el pasado sábado.

Y es sorprendente porque la afición está claramente dividida entre los que directamente queremos que lo tiren a patadas del club, los más pragmáticos que piensan que si está aquí hay que intentar sacarle partido sin más historias, y los que lo admiran sin contemplaciones ni porqués. Y sin embargo toda la prensa está de su lado sin fisuras, prácticamente sólo se salen del camino los periodistas a la sombra de Soler, que obviamente no hablan bien de él. Pero todos los demás están a muerte con Albelda, lacayos obedientes y sumisos que silencian o disfrazan sus partidos mediocres, la inmensa mayoría, amplifican descaradamente cualquier detalle que le sea conveniente, y le hacen constantes y babosos panegíricos absolutamente tendenciosos y partidistas cuando la ocasión lo permite. No conozco a ninguno que exprese dudas o sea claramente crítico con Albelda. Y es raro de verdad. O Albelda es un truhán simpatiquísimo que en persona es capaz de ganarte para su causa y que le defiendas sin pensar, o hay algo que se me escapa. O no se me escapa pero es indemostrable y poco honroso.

En fin, resumiendo, que todo es mentira alrededor de la agitación pro-Albelda, empezando por el propio David Albelda, y como esto siga así va a acabar pareciendo que fue el Valencia el que le denunció a él y no al revés.

Para que que lo piense se lo confirmo, sí, me he quedado muy a gusto, soy muy mala persona y mal valencianista, por supuesto, y parte de esa afición marginal que no sabe perdonar, pero es que me cuesta hacerlo cuando soy el ofendido y encima el ofensor ni siquiera me ha pedido que lo haga.

pd: siento el ladrillazo.

domingo, 18 de octubre de 2009

Un empate con sabor a... empate

Ya, ya lo sé. No es lo mismo que el Sporting te empate en el último minuto que empatar a 0 contra el todopoderoso Barça. Pero, qué queréis que os diga, a mi me supo a poco. Ayer se perdió una gran oportunidad de ganar a un equipo casi invencibe y darse un enorme baño de autoestima y autoconfianza. Porque el Barça que pasó ayer por Mestalla no fue el equipo avasallador y brillantísmo que desarbola al equipo que le pongan por delante, y por contra el Valencia, a base de trabajo e intensidad, sí fue un equipo serio.

Sobre todo fue un gran partido defensivo, con mucho orden y ayudas, en el que la zaga demostró solvencia para contener el presunto vendaval barcelonista, que no fue tanto. Y también se hizo bien en medio campo, sobre todo un Banega demasiado retrasado que perdió la brillantez de otras veces, pero que demostró un tremendo oficio para presionar y hacer faltas tácticas cuando tocaba y dar pases rápidos.

Albelda estuvo mejor que de costumbre, es cierto, pero ayudado por el repliegue del equipo, que le hace estar arropado y ayuda a tapar sus carencias, y que ayer al menos se dedicó a dar algunas patadas, mucho más de lo que hace habitualmente. Eso le valió una ovación incomprensible de gran parte del público, una parte de la afición que parece estar deseando que Albelda haga literalmente lo que sea mínimamente bien, para restregarnolo a la otra parte, la que vemos a un tipo que quiso chantajear al club y que hace un partido decente por cada 50 indecentes. Pero bueno, el público es soberano, dicen.

Cabe destacar a Mathieu, que en principio jugaba de interior izquierdo, pero que en la práctica jugó de todocampista, desfondándose en ayudar en todo el campo, casi más como tercer mediocampista, y al que mandaron mucho "melones" que bajaba con criterio, una opción interesante que ayer desconcertó bastante al Barça y que fue una de las claves. Los de delante hicieron un buen trabajo, ayudando lo indecible en la presión, y saliendo con peligro, tanto que malograron ocasiones clarísimas.

Y bueno, está claro que fallar ocasiones clarísimas no es criticable, lo criticable es no hacerlas, pero así y todo, yo eché de menos a Zigic, un delantero de verdad y no un apaño, porque ayer, con la baja de Villa, jugamos sin delantero. Creo que habría sido más productivo, visto el buen trabajo de Mathieu, sacar a Zigic por Mata en la 1ª parte. Pero es muy evidente que Emery no sabe aprovechar las indudables virtudes de Nikola Zigic, y por ahí perdemos una su capacidad de intimidación y sus goles, que los hace, y de eso se trata, por si no se ha dado cuenta.

Pero bueno, hay quien dirá que la baja de Villa fue determinante, que hubo mala suerte, que el árbitro no ayudo mucho, y sobre todo que el único partido posible contra el Barça es el que vimos ayer, fuertes y concentrados defensivamente, y esperando transformar alguna ocasión a la contra. Puede que no sea el colmo de la valentía, pero entiendo que el Barça da miedo. Y es una lástima, porque este de ayer no daba casi y se escapó vivo.

domingo, 4 de octubre de 2009

Como una sábana corta

Me ha gustado le partido contra el Racing, pero me temo que principalmente porque hemos ganado, y no porque el partido haya sido vistoso o divertido, sino más bien todo lo contrario. Pero al menos ha servido para cortar la sangría de goles encajados, y servirá para calmar los ánimos ahora que tenemos por delante dos semanas sin fútbol.

Emery ha demostrado que quiere reforzar defensivamente al equipo, y para ello ha mandado retrasar líneas y arropar a la defensa, menos alegría ofensiva y laterales con menos subida. El problema es que el Valencia de Emery es como una sábana corta, si te tapas los pies te dejas destapado el pecho, y viceversa. Hoy se ha visto que el precio a pagar por la mayor solidez defensiva es que el caudal de ataque se ha visto muy mermado, y sólo un regalo de la defensa racinguista ha servido para conseguir el solitario gol de la victoria.

Además, que César haya sido de los mejores demuestra que a pesar de todo el Valencia ha sufrido en defensa. En cualquier caso, hoy los centrales sí han estado expeditivos y contundentes, y han sido incontables los balones que han sacado Navarro y Dealbert, una pareja que puede estabilizarse como titular. No se puede decir lo mismo del centro del campo, que hoy no ha estado, ni un Banega muy marcado y desparecido, ni Marchena, demasiado fallón y atolondrado.

Pero el camino es el correcto. No hace falta que los laterales estén más tiempo en campo contrario que en el propio, porque ello genera demasiado caos. Parece más lógico que el equipo, que tiene delanteros muy resolutivos que casi juegan solos, crezca y se afiance desde la defensa, planteando los partidos para evitar goles en contra y después buscar la forma de que el caudal ofensivo encuentre los cauces para marcar, y que esos goles sirvan para ganar, y no para casi nada.

En resumen, la voluntad de conseguir solidez defensiva ha sido a costa de perder mucho en ataque. La parte mala es que aun así defensivamente hemos sufrido más de lo esperado, y ofensivamente hemos sido demasiado inoperantes. La buena es que, a pesar de que hay que hay que seguir buscando la forma de que la sábana llegue a todo el cuerpo, nos hemos encontrado una victoria no excesivamente merecida, pero siempre es más fácil mejorar ganando que perdiendo, y esta victoria nos va a venir bien para no entrar en histerismos y poder seguir puliendo el juego con tranquilidad.