Vergüenza ajena

Como suelo hacer a diario, me he dado una vuelta por los diferentes blogs valencianistas, y en CHEdigital he encontrado un enlace al artículo de J.V Aleixandre titulado Infeliz cumpleaños, escrito como recordatorio de lo que sucedió el año pasado por estas fechas, y a la mayor gloria de los ganadores de aquella batalla. Y la verdad, casi preferiría no haberlo hecho, porque siento algo más que vergüenza ajena.

Si los hechos que se cuentan en tal artículo son ciertos, una de dos, o el señor Aleixandre tiene la cara muy muy dura, o es muy corto de entendederas, y teniendo en cuenta el atrincheramiento del periodismo deportivo valenciano, me decanto por la primera opción.

Por lo pronto reconoce y asume sin rubor, sorpresa ni tapujos que la decisión de apartar a esos jugadores fue de Ronald Koeman, y no una orden de Juan Soler, que es lo que se ha pretendido vender para excusar la impresentable demanda de Albelda. Impresionante.

También demuestra que Albelda y otros compañeros pretendieron hacer que el Valencia de Koeman jugara como ellos querían y no como pretendía el entrenador, y que además desobedecían claramente sus ordenes en el campo, obligando de paso a que otros compañeros lo hicieran. Una forma de proceder inexcusable, un motin en toda regla.

Por si esto fuera poco, también parece que las normas de régimen interno impuesta por Koeman no agradaban a una parte de la plantilla, pobrecitos ellos, tan responsables. Se ve que con QSF vivían mejor.

Así que parece demostrado que aquella decisión fue justificada por motivos estrictamente deportivos y de régimen interno, y tomada exclusivamente por el entrenador sin imposiciones de nadie. Pues bueno, resulta que la conclusión de tan experimentado periodista es que la torpeza de Soler fue consentir que Koeman hiciera lo que hizo! Por Dios, no tome a la gente por tonta sr. Aleixandre, la infinita torpeza de Juan Soler fue no respaldar firmemente la lógica decisión de apartar a unos jugadores que se creían más importantes y con más poder que nadie, tanto que incluso pretendían mandar más que Koeman en el vestuario, y que demostraban su poder haciendo lo que les daba la gana, unos profesionales lamentables y que merecían de todas todas lo que el entrenador decidió. Es lo que habría hecho cualquiera, es lo que con toda seguridad le pidió Soler, mano dura y meter a la plantilla en vereda, aunque luego dejara con el culo al aire al entrenador que tomó el toro por los cuernos, básicamente por el acoso al que se vió sometido desde la prensa.

Es que clama al cielo. No es de recibo exponer unos hechos tan graves y cargarle el muerto a quien sea obviando con la mayor caradura el comportamiento inexcusable de los verdaderos culpables. Lo que no puede ser es que la mayoría del periodismo deportivo valenciano pretenda tomar por tontos a todos haciendo interpretaciones torticeras, interesadas, amiguistas e incluso absurdas, que es lo que hicieron entonces y lo que siguen haciendo ahora, para defender a personajes lamentables y poco aconsejables que son indignos de su profesión y causantes directos de muchos de los males que afectan al equipo.

Eso si que pone a cada uno en su lugar, además del tiempo, porque si bien se puede engañar a muchos durante mucho tiempo, no se puede engañar a todos durante todo el tiempo, y algunos ya no nos dejamos engañar, que ya está bien de tomarnos por tontos.