Espantoso, horrible, infumable, patético. El partido del VCF en Málaga ha sido uno de esos que quedan en la memoria durante años. Lo de hoy va más allá del ridículo, ha sido una vergüenza absoluta, una indignidad que mancha la historia del club y que insulta a su afición. Cómo es posible que los mismos jugadores que lo hicieron tan bien ante el B. Munich hayan perpetrado tan lamentable partido? Cómo es posible que el Malaga haya sido como una apisonadora que les ha pasado por encima de primer al último minuto?
Pues la explicación es tan sencilla como obvia. Las discusiones sobre sistemas, dibujos y tácticas están muy bien, son la literatura del fútbol. Pero al final la diferencia la pone la actitud, las ganas, la disposición y el empeño. Lo mismo da jugar de una manera o de otra, puede ser importante pero no decisivo. Lo decisivo es lo que los jugadores, sean los que sean, pongan lo que hay que poner sobre el tapete. Y hoy los jugadores del VCF no han puesto nada sobre el destrozado tapete malagueño.
Esto no puede seguir así un minuto más. Es inaceptable. No hay excusas técnicas o coyunturales. Pellegrino tendrá grandes aptitudes técnicas, no lo dudo, pero si no consigue que la plantilla dé lo mejor en cada partido y muestre siempre una actitud profesional, en realidad lo demás no sirve de nada. Toca rebato. Es intolerable, es inaceptable, es definitivamente insultante. Basta ya. Se puede ganar, empatar o perder, esto es fútbol, pero siempre hay que dar lo máximo, y el actual VCF no lo hace, es un equipo absurdo e incapaz, un equipo sin casta. Ya está bien. Hasta aquí. Es momento de tomar decisiones, castigar la indolencia y prepotencia y exigir dar la cara de una vez.
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