viernes, 30 de noviembre de 2012

Hablar cuando hay que callar, y viceversa

Hay que intentar enfocar, discernir entre lo importante, lo relevante y lo que no lo es. Por ejemplo, que Bankia diga, si es que lo ha dicho en realidad, que no se fía de los avales presentados por el tal Alvarado, es importante. Porqué? Pues porque se supone que, como entidad financiera y como tenedor de la deuda del VCF, debe asegurarse el cobro y evitar que le engañen o le estafen. Normal. También sería más que importante la opinión de la GVA al respecto, puesto que, por intermedio de la Fundación, a la que avalan, son los dueños reales del VCF. Por tanto su opinión es no solo importante sino decisiva. Poco puede hacer alguien que aspira a comprar o negociar si el poseedor de las acciones se niega a hacerlo.

Sin embargo hay opiniones que no tienen la más mínima relevancia y por ello no merecen una especial atención. Por ejemplo la de Manuel Llorente. Qué narices tiene que decir él al respecto de la venta de acciones? Pues simple y llanamente nada. Tiene un paquete casi testimonial, como el mío, y ninguna capacidad de intervención. Pero ha dicho, y así ha salido en los medios, que 'el VCF no se vende', palabras gratuitas, inconvenientes, absurdas, y tan irrelevantes como si las digo yo. Llorente es un 'mandao', un empleado, un representante, un simple gestor a sueldo, por tanto su trabajo es el de gestionar una empresa por mandato, y hasta ahí. Lo que diga o deje de decir al respecto de la venta de algo que no es suyo es irrelevante.

Un consejo, cállate Manolo, tu opinión no importa esta vez, nadie te ha dado vela en este entierro, y mejor habla cuando hay que hacerlo para defender al VCF, en vez de callar como sueles.

 

 

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