Qué cambiaría un nuevo presidente del VCF?

Cuando por fin la afición comienza a presionar para el relevo del mediocre presidente Llorente , no faltan voces que lanzan el mensaje de que mandarlo a su casa sería un error, que da lo mismo, que no cambiaría nada. Era fácil suponer que pasaría, y porqué, pero es un argumento inadmisible, por interesado, falaz y simplista. Veamos, qué cambiaría un nuevo presidente?

Es muy obvio, alguien distinto tomaría decisiones distintas. Llorente es dictatorial, ordena y manda, no admite discrepancias y además toma decisiones más allá del ámbito que se supone domina, o sea, no sólo administrativas o de gestión, sino incluso en temas deportivos, lo que en alguien que no sabe nada de fútbol es inaudito.

Con Pellegrino tomó una decisión caprichosa, irresponsable y arriesgada, y visto lo visto, errónea. Con su despido ha hecho que aquel error sea doble, ha derrochado dinero del VCF y puesto en peligro la temporada. Es un ejemplo de toma de decisiones que acarrean un serio perjuicio para la entidad. Y como esta hay muchas. Es lógico esperar que un nuevo presidente tomaría decisiones distintas, le daría un enfoque nuevo a la gestión, aún estando ésta tan condicionada por la situación económica y tutelada por Bankia, podría resolver problemas en vez de causarlos o ignorarlos, y quizá se rodearía de un consejo útil, capaz y profesional, en vez de aduladores y vividores. Probablemente se quitaría de encima lastres inútiles y carísimos, no haría renovaciones por amiguismo, y empezaría de nuevo con una mejor dirección deportiva, social y económica que obtuviera soluciones. Pero sobre todo generaría ilusión, algo que el VCF y su afición necesitan como el comer. Por tanto sobran razones para cambiar y buscar una nuevo VCF, no hay excusas que valgan. El VCF necesita un nuevo enfoque, y sólo resta acertar.