Las circunstancias de la cosa

Continúo aquí con la línea argumental expuesta por Mario en blog VCF, y doy mi versión del mismo asunto, las circunstancias y excusas para un partido deplorable como el de ayer, que nos tiene sumidos a todos entre el desconcierto y el cabreo.

Lo del árbitro no es excusa, es cierto que el penalty no es, pero eso no puede excusar que no hayan tirado a puerta ni una vez en toda la segunda parte y que el equipo se haya mostrado tan blando y miserable. Por no dar, ni siquiera hemos dado al árbitro la oportunidad de compensar con otro penalty injusto a nuestro favor, porqué apenas si hemos pisado el área rival, ni más ni menos.

Lo de Unai es muy cierto, está perdido y desbordado, y se limita a ser cagón como norma, la antítesis del Unai Emery que nos vendieron y aterrizó en Valencia en verano, él sabrá por qué un cambio tan radical y clamoroso. Lo cierto es que hasta un parche que no va para estrella de los banquillos como Abel le ha sabido ganar en el planteamiento, y al final arroja muchas más dudas que certezas, y ya, ni queriéndo ser benévolo se encuentran argumentos para defender su labor, propia de un entrenador pusilánime, poco preparado, falto de reflejos, mal motivador, peor estratega y en realidad mucho más sumiso que hombre de club, que es lo que queremos ver en tantas decisiones incomprensibles al respecto de la elección de jugadores.

La plantilla desde luego es muy culpable, el factor más importante sin duda, porque al margen de tácticas e historias, si no metes la pierna ni presionas ni peleas, cualquier rival te pasa por encima, y eso es lo que ha pasado demasiadas veces esta temporada. Nuestra vieja plantilla de héroes del doblete está más acabada que Garrincha, eso sí, no falta quien los eleve al rango de im-pres-cin-di-bles a poco que hacen un partido más o menos digno, y es que quien tiene amigos no necesita más. Pero no, no nos dejemos engañar por vendeburras, nuestro equipo está para el desguace, y a eso es a lo que hay que dedicarse. Quizá el entrenador sería capaz de sacarle partido a un equipo joven y más dispuesto, y volver a ser el Emery valiente y hasta temerario que se supone que era, y no la engañifa que está resultando.

Otra cosa son las bajas y lesiones. Cierto es que se notó mucho la baja de Silva, pero creo que aun se notó más la de Marchena, que en los partidos de final de temporada que ha jugado en el centro del campo ha demostrado que dota el equipo de solidez y lo lanza al ataque dando pases inteligentes al medio punta o los delanteros, algo que el inútil de Albelda no hace por mucho que sus amigos quieran imponer realidades paralelas, y algo que Baraja ya no puede hacer porque le pesa demasiado el culo. Ahora, como se ha visto a lo largo de toda la temporada, a poco que esten disponibles los titulares son ellos, y es que donde hay patrón no manda marinero, o algo así debe pensar Unai.

En fin, que cada uno lo puede ver como quiera, para mi esto es un cúmulo de circunstancias que comienzan el año pasado, con la guerra anti Koeman, o quizá antes, con la guerra pro QSF, y en todo caso hay muchos más factores de los que se ven a simple vista, factores que están en un entorno que condiciona y toma demasiadas decisiones en este Valencia de opereta.