Hay que tirar trastos

Hay gente a la que nos cuesta tirar cosas, nos entra un sentimentalismo absurdo o un sentido de la practicidad realmente poco práctico. Y hay otras personas que no tienen miramientos, cuando algo no se utiliza o no resulta útil es que no hace falta, y si no hace falta se tira, y punto.

A todos nos ha pasado alguna vez. Llega un día en que tú, tu mujer o tu madre se empeñan en hacer una limpieza a fondo, y te das cuenta de que las estanterías y los cajones están llenos de trastos, y hace falta tirar.

Y el caso es que empiezas a mirar y unos te traen recuerdos, les tienes cariño por la razón que sea, otros no sabes de dónde han salido exáctamente ni para qué narices pueden servir, algunos son demasiado aparatosos, o poco útiles, o directamente obsoletos y ocupan mucho sitio, o pequeñas tonterías curiosas pero sin utilidad. Muchos de esos trastos son cosas que has guardado porque pensabas que te podían ser de alguna utilidad en algún momento. Son ese tipo de trastos que guardas porque te da pena, porque crees que aun pueden valer para algo o porque te cuesta deshacerte de cosas en principio útiles pero que en realidad no usas para nada, o que en cualquier caso no lo son tanto como otras nuevas.

Y al final, cuando acabas la limpieza te das cuenta de que no echas de menos esos trastos, que están bien en la basura, y que la casa ha quedado mucho más despejada y limpia, con más espacio y sensación de amplitud y desahogo.

Pues así está el Valencia, lleno de jugadores/trastos supuestamente útiles pero que no te hacen ninguna falta o no son todo lo que pueden ser otros nuevos, aparatosos, desvencijados, obsoletos, que aunque los usas poco y aun pueden servir para algo, en ningún caso pueden dar el rendimiento de uno nuevo, más pequeño, ligero y eficiente. Y encima caros de mantener, que te cuestan mucho más de lo que te aportan, que es poco o nada.

Pues venga, hay que tirar jugadores/trastos, sin pena, sin milongas, hace falta esa persona sin miramientos ni sentimentalismos absurdos que sepa tirar cosas sin despeinarse ni dudar, y apartar a aquellos que siempre creen ver alguna utilidad en ese trasto viejo y descacharrado que solo ocupa sitio y está obsoleto o estropeado sin remedio. Esa persona no sé si es Fernando Gómez, pero es el que hay en este momento y a ello se debe dedicar sin demora, aunque no tenga clara su continuidad.

El Valencia CF tiene que tirar muchos trastos, de hecho le va a costar más caro tirar que fichar, pero es necesario desde hace años y no se ha hecho, y ya es perentorio. Antes que nada hay que vaciar cajones y armarios, y después ponerse a fichar lo que se pueda, con la ventaja de que te has quitado lastre. Y desde luego, es mejor deshacerse de que lo que no usas pero te cuesta mucho mantener, antes que malvender lo que sí es útil aunque también te cueste mucho. Quizá así, si al final no hay más remedio que vender porque la situación lo aconseja, puedas estar más desahogado y vender mejor.