martes, 15 de septiembre de 2009

Tanta paz lleven como descanso dejan

Bueno, pues pasó la junta y, salvo la enorme sorpresa de ver al Señor Dalport en persona, todo ha ido según lo previsto. Ni denuncias, ni dinero, ni explicaciones convincentes, ni pruebas, ni papeles, ni nada de nada, palabrería hueca y risible. Y Soriano en su casita, supongo, ladrando su rencor por las esquinas, como dijo un famoso "estadista".

Creo que lo mejor es que nos olvidemos definitivamente de toda esta panda de impresentables y sigamos a lo nuestro, que afortunadamente, y no gracias a ellos, aún tenemos Valencia CF al que seguir y animar. En todo caso, no me resisto a pensar en lo extraño de que este tipo no dé la cara cuando era el máximo accionista y podía tirarse faroles y buscar cierta trascendencia, y lo haga cuando ya no es más que un monigote al que le han quitado el caramelo de la boca y del que se van a reír en su cara, como así pasó. El sentido del ridículo de algunas personas es verdaderamente inexistente, pero en fin, allá cada cual...

A Vicente Soriano, que no ha tenido huevos de presentarse en la JG que él mismo pidió cuando era portavoz de Dalport, le conmino a que tampoco aparezca de nuevo por Mestalla. Si no ha tenido la vergüenza de dar unas merecidas explicaciones al valencianismo, espero que no tenga la desvergüenza de volver a Mestalla como si nada hubiera pasado, porque todo tiene un limite.Y ruego a los señores periodistas que empiezan a justificarle y lavarle la cara, no sé porqué, que se abstengan de hacerlo. Que no le acusen de nada si les parece, que se olviden de él, pero al menos que nos ahorren el trago de tener que oír justificaciones de mal pagador y excusas muy baratas sobre este tipo que a punto ha estado de llevarse al Valencia por delante con tal de saciar sus ansias de poder.

Y sobre la futura gestión social del Valencia, mi opinión es que debemos esperar para ver cómo se van haciendo las cosas. Hay que dar un tiempo de carencia para ver las intenciones de los actuales gestores, y cómo se va desliando la madeja que se tuvo que liar deprisa y corriendo para evitar el advenimiento de estos buitres carroñeros llamados Dalport. Todo el mundo merece un tiempo de confianza, y más, creo yo, Bancaixa, Llorente y los que han conseguido sacar al Valencia CF, al menos provisionalmente, del lío monumental que teníamos.

Ahora podríamos dedicarnos, para variar, a disfrutar del Valencia CF deportivamente, que ya nos tocaba. Así que, ciñámonos a lo deportivo, volvamos a disfrutar del fútbol, que el Valencia ha empezado muy bien la Liga, y olvidémonos de una maldita vez de Soler, Soriano, Dalport y la madre que les parió. Han desaparecido del mapa, por fin, son historia, negra, si, ridícula y vergonzosa, pero historia. Aleluya!, Yo preferiría que se les pidieran responsabilidades por todo el daño que han hecho al Valencia, pero ya sé que algo así no se contempla, así que tanta paz lleven como descanso dejan.

Y adiós.

4 comentarios:

  1. Algo me dice que todavía tendremos que acordarnos de los Dalport unas pocas veces más

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  2. El futuro del Valencia está en manos de la fundación, como sociedad anonima no puede ser 1accionista- 1 voto, pero la fundación si que puede hacer unas elecciones vinculantes a modo de consulta y con sus acciones apoyar al candidato elegido.
    Por lo demás y como esto va para largo lo mejor como dices es dedicarnos a disfrutar del Valencia.

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  3. Juan Al---> Pues yo creo que Dalport va a desaparecer del mapa a la voz de ya, ni denuncias, ni impugnaciones ni nada de nada, se irán por donde han venido y se acabó. Cuando cumplan los plazos y no paguen lo estipulado por la compra de acciones a Soriano y demás, y no van a pagar ni una perra, los contratos de compraventa quedan resueltos y dejan de ser accionistas del Valencia, sin más historias. Por tanto, aquí no tienen nada más que hacer excepto el ridículo, aún más de lo que ya lo han hecho, y se van a largar para siempre jamás. No me cabe duda.

    jagdo--->Estoy de acuerdo contigo, espero que esa o alguna parecida sea la opción de gestión que elijan, peor ya veremos. Por ahora, y para variar, podríamos disfrutar del Valencia, que ni se sabe el tiempo en que el valencianismo puede hablar y discutir solo de fútbol y no de gestión de empresas, derecho societario y fiscalidad.

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