miércoles, 23 de septiembre de 2009

Esta película ya la he visto

Bajan revueltas las aguas en el terreno deportivo. El mal resultado de ayer unido al poco juego desplegado, tienen de nuevo al valencianismo descontento y decepcionado. Y comienza a alimentarse el debate sobre un posible cambio de entrenador. Han llegado dos resultados malos y la inestabilidad de Unai se hace patente. Un mal síntoma, y más cuando estamos sólo en la jornada 4. Esto demuestra que no era tan descabellado hacer caso a las grandes dudas que Unai generó la temporada pasada y cambiar de entrenador. Y es que estaba más o menos cantado que los primeros resultados adversos iban a ponerlo en la picota. Pasó con QSF, se intuía lo que podía pasar, incluso que antes de Navidad podía estar fuera. Y así pasó.

El sentido común y la experiencia dicen que cambiar al entrenador con la temporada en juego no garantiza nada de nada, es más, puede ser incluso peor, como ya se ha demostrado muchas veces. No me voy a extender analizando las razones, pero si Emery ha planificado y comenzado la temporada, lo normal en un club serio es que la termine, a menos, eso sí, que ésta sea una hecatombe auténtica. Y Unai ha demostrado ser un mediocre, una medianía con poco fuste al que este banquillo le está grande, pero tampoco es un completo inútil que vaya a bajar al equipo a 2ª, así que, y más con la plantilla que disfruta, puede que no sea una temporada brillante, pero en ningún caso será caótica. Y a eso hay que ayudar no metiendo más presión de la necesaria.

La afición que opina en foros y blogs se pronunció al final de la pasada campaña en favor de dar un voto de confianza a Unai y que siguiera, por lo que, y sin que sea demostrativo de nada, lo interpreto como una muestra razonable del sentir de la afición en aquel momento. También la prensa opinaba de forma similar. Así que ahora no vale querer cargárselo a las primeras de cambio. Toca apechugar y aguantarse con responsabilidad y por coherencia, y dar el mayor soporte posible al equipo y su entrenador, por más que nos disguste o decepcione, que es mucho y demasiado a menudo.

Y es que está película ya le he visto. Es la misma del año pasado, pero con la herencia de un año de juego y resultados mediocres. Emery tiene tan poco personalidad y tantas ganas de agradar y hacer lo que le pidan, que ahora empezará como el año pasado a dar bandazos, a cambiar el dibujo táctico, a echar atrás el equipo buscando seguridad defensiva, probablemente sin conseguirlo, y lo que gane en ello lo perderá en poder ofensivo, y al final, como el año pasado, el equipo no será una cosa ni otra, una indefinición triste y mediocre, ni ofensivo ni defensivo, ni audaz ni resultadista, a veces insultántemente barraquero, otras locamente ofensivo, pero al final nada de nada. Con lo poco que demuestra a nivel táctico, no va a encontrar soluciones para jugar bien y ganar asiduamente, y con ello contentar a todo el mundo que es lo que desea fervientemente. Así que casi mejor dejarle en paz y que juegue a lo que sabe, o sea, a lo loco, dejando todo a la inspiración de las estrellas del equipo, y que sea lo que dios quiera. Y el año que viene a la calle, lo que debimos hacer este verano y no se hizo.

Pero si seguimos enrareciendo el ambiente, me da miedo que a Llorente se asuste y le pueda la presión popular y periodística, le entre una neura como en el Pamesa y se meta en líos innecesarios cambiando al entrenador. Yo espero que Unai acabe la temporada por nuestro bien, porque ha imperado el sentido común y porque las cosas funcionan medianamente bien aunque finalmente no se cumpla el objetivo y lo tiremos a final de temporada. Pero sobre todo, porque esto se tenía que haber hecho al día siguiente de acabar la temporada pasada, pero ahora ya no.

4 comentarios:

  1. A ver, Lobo, en esta ocasión no puedo estar de acuerdo contigo. Si tu mismo dices: "porque las cosas funcionan medianamente bien aunque finalmente no se cumpla el objetivo y lo tiremos a final de temporada", para no conseguir el objetivo es mejor tirarlo ahora. A mi me parece mas lógico...

    ResponderEliminar
  2. Sería lógico si cambiar de entrenador te asegurara conseguir el objetivo o mejorar el puesto final y el juego. Pero eso nunca lo puede asegurar un cambio de entrenador, e incluso, y se ha demostrado,todo puede ir dramáticamente a peor.

    Como soy tan tochero no me he explicado bien. Quiero decir que la afición le concedió el beneficio de la duda a Unai, y con ello que siguiera un años más. Pues bien, que sea el año entero, y sin quejarse demasiado, porque meter una presión brutal puede ser contraproducente, y en vez de una temporada regulera, podemso tener una temporada caótica y peligrosa. No sé si ahora me explico.

    ResponderEliminar
  3. Bueno... Ahora he entendido: A ver si tiramos al entrenador, ponemos a otro y nos vamos a segunda... No?

    ResponderEliminar
  4. No queda otra que dejar trabajar a Emery, me gusta bien poco, pero si lo hechamos a mitad de temporada corremos el riesgo de que nos pase como el año de la (en mi opinión) desafortunda cesión de Quique.

    Aunque tampoco hay que dramatizar, si le ganamos al Atleti nos pondremos con 10 puntos sobre 15 puntos, no está tan mal. Saludos.

    ResponderEliminar