3 puntos...

...y nada más. El Valencia ha dado muy pobre imagen ante la Real, pero ha conseguido una victoria agónica que debe servir para tranquilizar los ánimos de todos, por más que las carencias y limitaciones del equipo han quedado patentes de nuevo. Poco se puede decir hoy futbolísticamente hablando. El partido ha sido un correcalles entre dos equipos peleones y poco más, muy limitados en todos los sentidos, con mucho desgaste físico pero con poco fútbol y muy poca profundidad, esperando un golpe de suerte como premio al trabajo. Al final, y afortunadamente, ésta ha favorecido al Valencia, que tampoco está mal de vez en cuando. Por lo menos es justo reconocer que el equipo le ha echado ganas y se ha mostrado voluntarioso y peleón, algo es algo.

Lo cierto es que la victoria, aunque ahora mismo todos nos demos cuenta de que ha sido un regalo inesperado, es tan buena que va a hacer que las críticas sean leves y el infumable partido del Valencia se olvide pronto. Volver a ser cuartos no está nada mal, y seguramente hará que se calmen un poco los ánimos un tanto calientes tras el empate ante Osasuna y al comprobar que el Valencia, en la tercera temporada de Unai, no juega a nada, no tiene plan, no muestra solvencia ni es un equipo compacto y fuerte. Más bien todo lo contrario.

Ninguno de los dos goles, golazos por cierto, han venido de una jugada trenzada. El primero en un gran golpe franco de Tino Costa, que demuestra tener un gran disparo, y el segundo un inesperado regalo del portero rival que, eso sí, se ha encargado de transformar Aduriz con un buen dribling con perfecto disparo final. Quitando eso, nada, pero nada de nada.

Qué más se puede decir? El partido ha sido un tostón, del Valencia sólo se puede destacar al propio Aduriz y a Tino Costa, básicamente por los goles aunque también han sido de lo mejor, y poco más, un espectáculo aburrido y soso, y eso que ambos equipos han corrido arriba y abajo con prisa y sin pausa, pero sin mordiente alguna.

En fin, que la victoria ha sido un regalo estupendo, sobre todo por inesperado y realmente inmerecido, y el Valencia se trae los 3 puntos. Nada más, al fútbol que jueguen otros.

pd: Justo es reconocer que Unai acertó contra todo pronóstico al quedarse a Guaita, pero también lo es que tiene un don para hacerlo todo al revés. Si hubiera seguido Guaita no habría hecho falta una nueva lesión de César para que chaval recobre una titularidad que en justicia se había ganado de sobra. Al final las circunstancias corrigen la injusticia de Unai y situan de nuevo al chaval bajo los palos. A partir de aquí tiene que seguir, y da lo mismo si mete la pata de vez en cuando o hace alguna cantada, todos tenemos que apoyar al chaval, darle ánimos y perdonar sus posibles errores para que se termine de soltar, porque tenemos portero para rato.


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