domingo, 4 de octubre de 2009

Como una sábana corta

Me ha gustado le partido contra el Racing, pero me temo que principalmente porque hemos ganado, y no porque el partido haya sido vistoso o divertido, sino más bien todo lo contrario. Pero al menos ha servido para cortar la sangría de goles encajados, y servirá para calmar los ánimos ahora que tenemos por delante dos semanas sin fútbol.

Emery ha demostrado que quiere reforzar defensivamente al equipo, y para ello ha mandado retrasar líneas y arropar a la defensa, menos alegría ofensiva y laterales con menos subida. El problema es que el Valencia de Emery es como una sábana corta, si te tapas los pies te dejas destapado el pecho, y viceversa. Hoy se ha visto que el precio a pagar por la mayor solidez defensiva es que el caudal de ataque se ha visto muy mermado, y sólo un regalo de la defensa racinguista ha servido para conseguir el solitario gol de la victoria.

Además, que César haya sido de los mejores demuestra que a pesar de todo el Valencia ha sufrido en defensa. En cualquier caso, hoy los centrales sí han estado expeditivos y contundentes, y han sido incontables los balones que han sacado Navarro y Dealbert, una pareja que puede estabilizarse como titular. No se puede decir lo mismo del centro del campo, que hoy no ha estado, ni un Banega muy marcado y desparecido, ni Marchena, demasiado fallón y atolondrado.

Pero el camino es el correcto. No hace falta que los laterales estén más tiempo en campo contrario que en el propio, porque ello genera demasiado caos. Parece más lógico que el equipo, que tiene delanteros muy resolutivos que casi juegan solos, crezca y se afiance desde la defensa, planteando los partidos para evitar goles en contra y después buscar la forma de que el caudal ofensivo encuentre los cauces para marcar, y que esos goles sirvan para ganar, y no para casi nada.

En resumen, la voluntad de conseguir solidez defensiva ha sido a costa de perder mucho en ataque. La parte mala es que aun así defensivamente hemos sufrido más de lo esperado, y ofensivamente hemos sido demasiado inoperantes. La buena es que, a pesar de que hay que hay que seguir buscando la forma de que la sábana llegue a todo el cuerpo, nos hemos encontrado una victoria no excesivamente merecida, pero siempre es más fácil mejorar ganando que perdiendo, y esta victoria nos va a venir bien para no entrar en histerismos y poder seguir puliendo el juego con tranquilidad.

2 comentarios:

  1. Mientras la sábana no se que nos quede demasiado corta y acabemos con el culo al aire...

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  2. Como ya dijo el gran Benítez en su comparativa con la manta corta, la clave está en buscar el equilibrio defensivo y ofensivo según rival y partido.
    Fácil de decir y muy difícil de conseguir… el ejecutar esto a la perfección y con regularidad sólo está al alcance de uso pocos.

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