domingo, 18 de octubre de 2009

Un empate con sabor a... empate

Ya, ya lo sé. No es lo mismo que el Sporting te empate en el último minuto que empatar a 0 contra el todopoderoso Barça. Pero, qué queréis que os diga, a mi me supo a poco. Ayer se perdió una gran oportunidad de ganar a un equipo casi invencibe y darse un enorme baño de autoestima y autoconfianza. Porque el Barça que pasó ayer por Mestalla no fue el equipo avasallador y brillantísmo que desarbola al equipo que le pongan por delante, y por contra el Valencia, a base de trabajo e intensidad, sí fue un equipo serio.

Sobre todo fue un gran partido defensivo, con mucho orden y ayudas, en el que la zaga demostró solvencia para contener el presunto vendaval barcelonista, que no fue tanto. Y también se hizo bien en medio campo, sobre todo un Banega demasiado retrasado que perdió la brillantez de otras veces, pero que demostró un tremendo oficio para presionar y hacer faltas tácticas cuando tocaba y dar pases rápidos.

Albelda estuvo mejor que de costumbre, es cierto, pero ayudado por el repliegue del equipo, que le hace estar arropado y ayuda a tapar sus carencias, y que ayer al menos se dedicó a dar algunas patadas, mucho más de lo que hace habitualmente. Eso le valió una ovación incomprensible de gran parte del público, una parte de la afición que parece estar deseando que Albelda haga literalmente lo que sea mínimamente bien, para restregarnolo a la otra parte, la que vemos a un tipo que quiso chantajear al club y que hace un partido decente por cada 50 indecentes. Pero bueno, el público es soberano, dicen.

Cabe destacar a Mathieu, que en principio jugaba de interior izquierdo, pero que en la práctica jugó de todocampista, desfondándose en ayudar en todo el campo, casi más como tercer mediocampista, y al que mandaron mucho "melones" que bajaba con criterio, una opción interesante que ayer desconcertó bastante al Barça y que fue una de las claves. Los de delante hicieron un buen trabajo, ayudando lo indecible en la presión, y saliendo con peligro, tanto que malograron ocasiones clarísimas.

Y bueno, está claro que fallar ocasiones clarísimas no es criticable, lo criticable es no hacerlas, pero así y todo, yo eché de menos a Zigic, un delantero de verdad y no un apaño, porque ayer, con la baja de Villa, jugamos sin delantero. Creo que habría sido más productivo, visto el buen trabajo de Mathieu, sacar a Zigic por Mata en la 1ª parte. Pero es muy evidente que Emery no sabe aprovechar las indudables virtudes de Nikola Zigic, y por ahí perdemos una su capacidad de intimidación y sus goles, que los hace, y de eso se trata, por si no se ha dado cuenta.

Pero bueno, hay quien dirá que la baja de Villa fue determinante, que hubo mala suerte, que el árbitro no ayudo mucho, y sobre todo que el único partido posible contra el Barça es el que vimos ayer, fuertes y concentrados defensivamente, y esperando transformar alguna ocasión a la contra. Puede que no sea el colmo de la valentía, pero entiendo que el Barça da miedo. Y es una lástima, porque este de ayer no daba casi y se escapó vivo.

1 comentario:

  1. No es lo mismo que el Sporting te empate en el último minuto que empatar a 0 contra el todopoderoso Barça

    Pues va a ser que en ambos casos sumas un punto

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