lunes, 31 de enero de 2011

Un Valencia inofensivo

La verdad es que no tengo muchas ganas de darle vueltas al partido ante el Racing porque me temo que voy a repetir argumentos ya trillados, que no erróneos. El pobre empate conseguido tras una primera parte horrible y a pesar de una más que aceptable segunda, es para mi la evidencia de que el Valencia es un equipo demasiado inocente e inofensivo. Inocente en defensa, inocente en ataque, inocente en casi todo. La calidad de algunos jugadores hace que se vean destellos de buen fútbol y solvencia, pero en general el equipo es muy blando, no tiene empaque, no tiene oficio, no tiene autoridad, tiene tan poco carácter que, queriendo ser muy ofensivo, resulta casi inofensivo.

Y además los bandazos estilísticos son desconcertantes. Muchos dirán que hoy Emery ha sabido cambiar al equipo, y puede que tengan razón, por cuanto el planteamiento de la segunda parte, que ha funcionado mucho mejor, ha sido muy diferente al de la primera, básicamente porque se ha cargado a los interiores para buscar mayor control del centro del campo y más verticalidad, y ha dejado el trabajo de bandas a los laterales. Lo curioso es que uno ha jugado de extremo claro sin defender nada y el otro de lateral sin atacar nada. No sé si eran órdenes de Unai, pero a mi me ha extrañado la descompensación de uno y otro lado. En cualquier caso, pretender que las bandas las dominen los laterales, estos en concreto, es ser demasiado ingenuo, porque los laterales del Valencia han demostrado ser muy mediocres. No se puede criticar su esfuerzo, pero Mathieu ha dado todo un recital de malos pases y controles horribles, impropios de un jugador de 1ª división. Bruno ni eso, cuando se supone que debía ayudar en ataque ni siquiera ha aparecido, ni estoy seguro del todo de que haya estado en el campo. Ambos me parecen muy malos, demasiado ramplones, posiciones a reforzar claramente cara a la temporada que viene.

Por contra el Chori ha dado muestras del pedazo de jugador que nos dijeron que era. Hoy ha ofrecido un muestrario de pases preciosistas, desmarques, movilidad, regates de crack, y dominio del juego que hasta ahora no habíamos visto. No sé si será la llegada de Jonas junto a su 'no marcha' a Italia, pero si es esto lo que sabe hacer hay que exigir que lo haga a menudo, y al entrenador que le deje hacerlo.

El trío de argentinos lo ha hecho muy bien en la segunda parte, ayudados poco por un Maduro que lo ha intentado siempre pero que se ha mostrado demasiado lento, fallón y poco fiable. Con los partidos que lleva debería ir empezando a dominar su espacio, porque al final hasta los que lo defendemos tendremos que ir dando la razón a los que lo critican.

También me sorprende la cantidad de balones que juega Stanke en cada partido, va a más claramente. El chaval se ha afianzado en el eje de la zaga y es tanta la confianza que transmite que es el iniciador habitual del juego. Excepto por algún exceso de confianza, la verdad es que lo hace bien, no se complica y tiene soltura.

La delantera hoy también muy inocente. Tanto Aduriz como Soldado han estado timoratos y lentos, no han entendido casi nunca a sus compañeros y han dado una pobre imagen. A ver si Jonas nos sale bueno y éstos notan la presión, porque la competitividad no puede sino beneficiar al equipo haciendo que todos den lo mejor.


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