domingo, 13 de diciembre de 2009

Derrota merecida y dolorosa

Derrota de nuestro Valencia ante el R.Madrid, y lo peor es que casi todos estaremos de acuerdo en que fue una derrota merecida, porque si bien el Madrid no hizo un partido memorable ni mucho menos, sí puso lo que había que poner cuando había que hacerlo, y fue un ganador justo, mientras el Valencia se perdió en un juego insulso, a ratos indolente, y demasiado previsible. En cualquier caso, ayer se juntaron demasiados detalles que, en conjunto, dieron como resultado una derrota dolorosa ante un rival odioso y en efecto odiado.

Aunque se me acuse de tenerle tírria o ser demasiado duro con él, cosa probablemente cierta, el planteamiento de Unai fue excesivamente cagón, previsible, y sobre todo, no supo ver lo que se veía con claridad desde arriba y corregirlo. Si contra el Barça algunos calificaron su planteamiento de baño táctico, ayer el baño se lo dio Pellegrini. Unai es un entrenador que se deja llevar demasiado por el viento que sopla, o le soplan desde la mayoría de medios de comunicación. No sé que es así, pero creo que es así. El doble pivote eminentemente defensivo, dictado por "la opinión pública", que hace de Albelda un fijo, seleccionable y todo, aunque su trabajo sea plano en general, y al que parece que no hay huevos a quitar del equipo ni en los cambios, fue una mala solución, y si bien se podía entender que lo que había funcionado podía volver a hacerlo, en la primera mitad ya se vió que no era así.

Ver subir el balón a Albelda o Marchena duele. Puede que funcione cuando vas a jugar a la contra fuera de casa y pretendes ser sólido y salir desde atrás, pero en Mestalla, cuando el otro equipo te espera y se dedica a presionarte y asfixiar la creación, y ése equipo es un equipo con enormes jugadores como el Madrid, resulta casi cómico. Así y todo, Unai no se da cuenta, o no se atreve a darse cuenta. Eso hizo que el Valencia adoleciera de creación y fluidez para llegar arriba, las líneas no conectaban. O estaban demasiado lejos, o estaba demasiado juntos, y lejos del área rival, sin olvidar que algunos jugadores estaban lentos y espesos, cosa que ya no es culpa de Unai directamente, pero que quizá sí lo es del planteamiento. Todo en conjunto facilitó mucho la labor defensiva del Madrid, no sólo de los defensas, si no de todo el equipo.

Pese a todo podría haber funcionado, pero ayer el Valencia estuvo sumamente impreciso y atolondrado, falto de contundencia al corte y al choque, y en general el trío Alonso, Lass y VdV se movieron como quisieron, lanzando con precisión a Benzema e Higuain, y dando demasiado campo a Marcelo. Aunque seguramente los jugadores se vaciaron, a mi me pareció que faltaba intensidad o convicción, porque lo que otras veces es precisión y seguridad en los pases, y contundencia, ayer eran imprecisiones contínuas y demasiada blandura. Es cierto que el Madrid hizo un buen partido, pero estuvieron demasiado cómodos.

Además, y sería anecdótico si no se repitiera tanto, cada vez que nos cambian de portería al empezar el partido, el Valencia parece que se despista y el partido no va como debiera. Hay que conseguir como sea una moneda con dos caras para que no vuelva a pasar. Y también como es habitual, el árbitro se ríe de la presión de la grada, y parece que se complace en pitar de forma sibilina perjudicando al Valencia en faltas, tarjetas y fueras de juego, y ayer el Madrid tuvo de nuevo esa ayuda extra.

Bueno, qué más da, es hablar por hablar, el caso es que los puntos volaron, el empate a puntos con el Madrid queda ahora muy lejos, y de nuevo pasamos de aspirantes a animadores. Ayer se perdió una gran oportunidad de generar una dinámica muy positiva para lanzarse en Liga, de que Emery se encontrara con un buen espaldarazo a su discutible labor con entrenador, que arroja muchas sombras sobre su capacidad no ya de plantear los partidos, si no de encontrar soluciones sobre la marcha y resolver problemas en vez de crearlos, amén de otras cosas, y de que la afición se llevara una alegría con la victoria ante el Madrid, que aunque se intente relativizar diciendo que son 3 puntos como otros, no es así, y se disfruta mucho más que cualquier otra. Y por tanto la derrota duele más que cualquier otra. Al menos a mí, que debo ser muy provinciano y con complejos y bla, bla, bla...

Ahora sólo cabe olvidar este palo y arrearse los machos, porque una derrota en Genova con eliminación de la E.L. puede causar una depresión en forma de sangría de puntos que puede torcer una temporada que, pese a todo, sería un razonable éxito si finalmente entramos en Champions.

Y lo peor es si Albelda finalmente no va a la selección, que es lo más importante y lo que me preocupa de verdad...no te digo ná y te lo digo tó...

4 comentarios:

  1. La incapacidad de Unai de leer los partidos sobre la marcha para hacer cambios tácticos es algo insufrible

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  2. Si se pone un equipo para no dejar jugar el centro del campo del Madrid con Albelda y Marchena, lo normal es que no juegues tu.
    Despues hay unos jugadores que son fijos, para poner a Banega en el centro del campo, en lugar de quitar a Albelda, quita a Navarro y pasa a Marchena a la defensa, cada cambio que hace retoca todo el equipo.

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  3. Tambien lo del cambio de terreno es cierto, no se que les pasa.

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  4. Gran blog.Te parece que intercambiemos links.Visita www.comofutboldeplaceta.blogspot.com.Saludos.

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