miércoles, 26 de agosto de 2009

Un mundo feliz

Algunos jugadores de fútbol viven en su propio mundo, un mundo de fantasía y maravilla producto de su condición de ídolos de masas y su vida fácil y resuelta, sin las preocupaciones del común de las personas y sin problemas serios a los que enfrentarse, excepción hecha de los dramas de la vida de los que nadie está exento y que no entienden de elegidos para la gloria. Sólo así se entiende que su realidad sea diferente a la del resto de gente que les rodea.

Y esto viene por, según Angulo, lo que le dice la gente por la calle al respecto de la contorversia que mantiene con el Valencia, a saber, que el entrenador ha decidido que está acabado deportivamente en este club y es una mala influencia para el vestuario por su desidia, por lo que está apartado del día a día de la plantilla. Pues ni corto ni perezoso dice que todo el mundo le apoya, le anima y le da la razón. Un mundo feliz.

Una de dos, o no sale de casa y se lo está inventando, o es que sólo se rodea de familia y amigos, lo más probable. Porque si de verdad saliera a la calle y escuchara la opinión de la afición, escucharía que sí, que ha sido un muy buen jugador de club, limitado pero voluntarioso, que lo ha dado todo, que no era mucho en cualquier caso, que tiene derecho a cobrar su contrato como cualquiera, pero que ya está bien, si él ha dado mucho al Valencia, el Valencia le ha dado muchísimo más, le ha pagado abundante y religiosamente siempre, le permitió volver cuando se cagó en Londres, y tiene que reconocer que, con 34 años y sin ofertas de otros clubes a las que agarrarse, su realidad es que está acabado, que ha llegado a donde íba, y que lo más honesto es llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes y dejar paso, y así ayudar, o al menos no perjudicar al club que le ha dado todo y al que debería estar agradecido de por vida.

Debería entender que sus problemas no son con el Valencia como institución, ni con Manuel Llorente, sino con el entrenador actual, que es quien ha decidido que sobra, y puede odiarle de por vida si quiere, puede mandarle mensajitos al móvil insultándolo si le parece adecuado, hacerle pintadas en su casa si le da la gana, o incluso quedar para pegarse, pero el Valencia no tiene culpa de esa decisión, y el egoísmo y mala leche que está mostrando lo paga el Valencia CF, al que debe su carrera y su posición.

Además, y haciendo gala de esa falta de inteligencia que se le adivina, por decirlo de alguma manera, se está cerrando puertas en un club poderoso que le podría hacer un hueco ahora o en el futuro caso de salir amistosamente, pero nunca si pretende hacer su último atraco antes de largarse con el puño cerrado y levantando el dedo corazón.

Así que, Angulo, fill meu, déjate de realidades inventadas, déjate de milongas y buitreríos, deja de pensar en tus derechos legales y sé más honesto y buena gente. Estás más que acabado, el entrenador no te quiere, ni ningún otro equipo, y lo más sensato y agradecido es que acuerdes una salida amistosa, honesta y honorable, y no que pretendas cagarte en el convento que te ha dado una vida regalada, y que, además, no pasa por un buen momento económico, como sabes de sobra.

3 comentarios:

  1. Parece que se acabó el affair Angulo.
    Un saludo.

    www.sentimientovalencianista.com
    sentimientovalencianista.ning.com

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  2. Buena parte de culpa la tiene Tamargo.
    De todas formas Angulo lo ha dado todo por el Valencia, aunque el tiempo pasa para todos.
    Un saludo.
    http://chepodemos.blogspot.com/

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  3. un saludo
    http://parapasarunratodefutbol.blogspot.com

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