lunes, 16 de septiembre de 2013

Gracias, querida bestia parda

Se acabó, mi pequeña nos ha dejado hoy. Hace 2 meses empezó a tener síntomas de una enfermedad que se reveló en toda su crudeza hace apenas 2 semanas, tras un TAC que nos recomendó mi veterinario y amigo Martín. Durante estos meses ha estado luchando y sobreponiéndose a todo tipo de síntomas muy duros, convulsiones, desmayos, bajones, ausencias y mucho más. Cuando supimos qué tenía y que le quedaba muy poco, hemos visto admirados cómo seguía luchando y queriendo vivir aunque fuera a medio gas. Ayer mismo aun pudo salir de paseo un par de veces, no tan divertidos como siempre, pero al menos le hacían sentirse viva. Hoy ya no ha podido más, no podía ponerse en pie ni apenas levantar la cabeza, ha perdido la batalla, y hemos tomado la obligada pero durísima decisión de dejarla dormir definitivamente.

Como su madre, que también murió en circunstancias parecidas hace apenas un par de años, era una luchadora, vital, alegre, con unas sempiternas ganas de jugar y divertirse, un eterno cachorro, amistosa con todos, cariñosa y muy familar, con una mirada tierna e intensa que te desmontaba, a pesar de ser una potente bestia parda que acojonaba a quien no la conociera. Lo injusto es que tenía poco más de 7 años, pero así de puta es la vida, y la vida mata.

Estamos jodidos pero tranquilos porque hemos hecho todo lo posible y casi lo imposible, ha tenido una vida excelente, nació en casa, nunca se separó de su madre a la que adoraba, siempre cuidada, atendida, acompañada, y juntos nos divertimos mucho. A cambio nos dio el infinito amor y confianza que solo los perros saben dar, y con ello estamos más que pagados.

Gracias, querida bestia parda, descansa en paz que bien te lo has ganado. Vivirás en mis recuerdos.

4 comentarios:

  1. Hola Lobo:

    Hemos "discutido" alguna vez por el fútbol a través de tuiter a través de un amigo que tenemos en común (ese cabronazo llamado Arias4ever) pero esta vez simplemente me gustaría darte el mayor y el mejor de mis ánimos y el decirte que me he emocionado un montón al leer el post que le has dedicado a tu amigo del alma.

    Yo también tuve uno (Zeus, aunque le llamaba Zeustaquio López, así, de cachondeo). Tuve más suerte que tu (murió a los 16 años) pero el cariño y el vacío que nos dejó fue irreparable. De hecho, no he querido volver a tener otro más (aunque ganas no me faltan, también te cuento).

    Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero quédate con sus buenos recuerdos, y disfruta recordando todo lo que has disfrutado con ella (que, por lo que veo, es mucho y muy gratificante).

    Recuerdo que cuando murió mi Zeus (fue un viernes noche) ese fin de semana no salimos ninguno de nuestrass habitaciones, salvo para comer y poco más, y estuvo todo el finde con un silencio sepulcral. Cada uno de mi familia pasamos lo nuestro en nuestra intimidad. Pero, después, llega el lunes, y ya hay que levantarse, ir a currar, y tirar hacia delante con esta cosa tan cruel e injusta que se llama vida, así que, reitero, mucho ánimo, socio, de un colega de la orilla del Manzanares.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Toni, con toda sinceridad. Me habría conformado con que hubiera vivido más tiempo que su madre, que murió con 9 años, pero la naturaleza decide, y contra algunas enfermedades no hay forma de ganar la batalla, aunque hemos hecho, igual que con su madre, todo lo que hemos podido y más. Ahora mismo estoy enfadado y muy triste por lo que me parece una tremenda injusticia. La sensación es que tenemos nuestros animales a préstamo, y la naturaleza decide cuando llevárselos, independientemente de que los hayamos cuidado mejor o peor.

    Estamos jodidos pero tranquilos porque siempre la cuidamos y la quisimos mucho, y ella a nosotros, y poco más se puede pedir. Lo pasamos muy bien, es cierto, tuvo una vida magnífica y sin preocupaciones, divertida, feliz y tranquila, solo recibiendo y dando mucho amor a su familia, lástima que durara tan poco. Algún día tendré otro perrito, al que cuidaremos y querremos tanto como a ella, pero ahora mismo ni me lo planteo, no puedo, necesito descansar de tantas emociones y tantas preocupaciones. En poco más de 2 años se nos han ido 3 animalitos a los que queríamos muchísimo, y la sensación es que no tenemos mucha suerte a pesar de que, creo, todos la merecíamos. Pero como dice un buen amigo, no es mala suerte, es que la suerte dura lo que dura, y con ello hay que quedarse.

    Hoy es el día después, y llegará mañana, y pasado, y hay que seguir viviendo. Antes o después se nos pasará este enorme disgusto, y volveremos a ser felices recordando los buenos momentos. Y la vida nos traerá cosas buenas, estoy seguro

    Gracias de nuevo por tus palabras y tu empatía.

    ResponderEliminar
  3. No es una cuestión de que lo cuidades mejor o peor, ni de mala o buena suerte, Lobo. Simplemente, la vida es así. Sucede igual con las personas. Nada ni nadie tenemos garantizado nada, salvo la muerte, y esta puede ocurrir en cualquier instante de nuestra existencia, sin dar mayores explicaciones y sin tener la menor de la lógica posible. Y, con los animales, como parte intrínseca de la vida que son, pasa exactamente igual, tío. Exactamente igual. No te comas el tarro por eso. No merece la pena. Te lo dice uno que lleva luchando ya más de 2 años con un cáncer (afortunadamente, va todo sobre ruedas, tranki).

    Ánimo de nuevo, y a ver si ganáis un partido de vez en cuando, macho (por desdramatizar un poquito el tema, vamos) :-)

    ResponderEliminar
  4. Pues sí, las cosas son como son y poco se puede hacer por evitarlo. La vida mata, que decían tus paisanos Los Enemigos. Ánimo tío, muchas gracias.

    ResponderEliminar